miércoles, 22 de octubre de 2008

Me sorprenden las chicas que van delante mío

Me sorprenden las chicas que van delante mío
parecen las chicas de sexo en la ciudad pero sin la colorada,
sorprende que cuando hablan se miran a los ojos por largo tiempo,
yo no puedo mirar por mas de tres segundos a los que quiero ni a nadie,
como una forma de tomar distancia del mundo
grises y verdes son los árboles
gris y roja la sangre en la calzada.
Tiempo que corre en los ojos de la chica
que mueve los brazos y las piernas
como si estuviera buceando
sin antiparras porque acá no hay agua,
ni rompientes de olas solo superficies
y profundidades, se hunden
en la estancia el rosario las tres cruces
donde se oscurecen las sierras.
Tiempo que corre en los ojos de la chica que trajo
todo preparado, mate, naipes, dos o tres mudas de ropa,
se preparan los jóvenes para entrar al ejercito de ángeles,
largas sus pelucas, abiertas las puertas del reino.
Tiempo que corre en los ojos de la chica que es blanca
y gris de espaldas concentrada en la película,
puso al huracán y al niño sobre sus pies para que no se mojen.
Es raro no encontrar diferencia entre lo que hay de un lado y otro del alambrado, desteñida la remera
ajedrez mi categoría 79-80
sorprendidas las cosas nuestras,
amanecida,
esfuérzate inunda también las cosas mías.